A los hosteleros

Estimados señores:

Siendo muy consciente del sacrificio que se les exige cada vez que se descontrola esta terrible pandemia, les ofrezco el todo el resultado de la investigación de tres meses que aparece en este blog, donde podrán apreciar que hay factores que les han perjudicado seriamente. De hecho, el 14 de diciembre acudí personalmente a la Fiscalía Superior de Andalucía para denunciarlo en nombre de Docentes por la Pública, aunque no conseguimos nada.

Supongo que se preguntarán continuamente cómo es posible que en Madrid siguen abiertos los bares hasta las 11, hasta las 12 hace bien poco. Solo les daré dos datos muy actuales:

1. Ahora mismo hay más de 600 aulas cerradas en Madrid, mientras que en Andalucía no llegamos a 100 con mayor población.

2. El porcentaje de contagios de menores de 15 años en Madrid no llega al 13%, mientras que aquí vamos camino de volver al 17% otra vez.

Podrán comprobar que detrás de cada aumento de la curvatura de contagios hay un ascenso previo de contagios en menores, donde cada contagio se traduce generalmente en un brote familiar. Cada vez que sube la transmisión en menores, la curva se retuerce hacia arriba con fuerza. Cada vez que sube la presión hospitalaria, ustedes saben bien dónde se pone el foco.

Pueden comprobar, por ejemplo, que tanto el Puente del Pilar como el de los Santos apenas afectó a la curvatura, ya que teníamos la transmisión entre menores medio controlada. Luego llegó el nuevo protocolo no escrito, que jamás será admitido, de que “solo se aislará a aquellos alumnos que admitan haber hablado 15 minutos sin mascarilla con el positivo”. Todo lo que sabemos ya de aerosoles solo parece ser válido en sus locales, en las aulas parece que no.

No piensen que quiero cerrar los colegios. Madrid nos ha demostrado que son una magnífica herramienta de control de transmisión si se aprovecha bien; en septiembre bajaron su porcentaje de menores infectados del 16% al 9% en las tres primeras semanas del curso, y estoy convencido de que fue el germen del famoso “milagro de Madrid”, algo que llamó la atención de toda la prensa internacional.

Mientras ustedes están en el punto de mira continuamente, mientras se le exige la máxima prudencia en todos sus protocolos, la dejadez de nuestros gobernantes crece sabedores de que el comodín “cerramos bares” funciona correctamente y ya está aceptado. Por si hubiese alguna resistencia, no dudan en sembrar el miedo sin pensar en las consecuencias; ya hay gente que ni se acerca a un bar. He pasado esta información a las autoridades sanitarias, incluso a las Ampas, pero no veo reacción alguna. No veo ninguna voluntad de admitirlo ni de querer escucharlo. De los sindicatos prefiero ni hablar.

Mi madre tenía un comercio y sé de buena tinta lo que han sufrido; la incongruencia de que te cierren el local cuando apenas entraba una persona cada hora. Espero que algún día se haga justicia. Cuenten conmigo para defender la verdad siempre.

Un saludo cordial y muchos ánimos en estos difíciles momentos.

José Antonio Mateo Delgado

Jefe del departamento de Matemáticas del IES Mariana Pineda

Granada