Veo gigantes

No paro de preguntarme cómo puedo convencer a esta sociedad de que controlar la transmisión en menores de edad tendría consecuencias maravillosas. ¿Cómo puedo convencerlos de que detrás de cada impulso de la curvatura siempre ha habido una subida previa del porcentaje de contagios de menores de 15 años? Me propongo explícarlo mejor, y suelto estupideces de que la curva se retuerce hacia arriba con fuerza cada vez que suben los contagios, que sube R… «da igual, porque es un rollo, tío».

¿Cómo podría explicarle a la gente que si se contagian 3 o 4 padres de una misma clase, que la probabilidad de que venga de fuera es de uno entre muchos millones? Tendría que hacerles ver que cuando la cosa anda muy mal (1400 de incidencia) se contagia uno de cada mil al día. Tendría que hacerles ver que 3 o 4 a la vez… «otro rollo más grande, tío».

Lo intento con algo más sencillo:

Desde el 18 de enero hasta el 11 de abril (12 semanas, 84 días), este es el porcentaje de menores de 15 años infectados:

Provincia de Almería: 18,93% ____ Andalucía: 15,37% ____ Comunidad de Madrid: 12,52%

«¿Y QUÉ?»

¿Cómo podría conseguir que entendiesen que en Madrid tienen los comercios abiertos hasta las 11 porque cierran hasta 10 veces más aulas con menos población? «Pufff, otro maestro que quiere quedarse en casa agustico y cobrando, otro alarmista que quiere cerrarme el aula del niño. ¿Qué sabrá de economía un triste maestrillo con la pila de comisiones de expertos que tenemos? Un rollazo, un pesao, un pelma, un triste…»

Son mensajes tóxicos, innecesarios en tiempos de pandemia. Lo que queremos escuchar todos, en pleno pico, es que el 93,4% de los centros andaluces están libres de Covid-19. «¿No ves qué fácil y entendible es? 10 segundos, no te enrolles, al grano. ¿Qué rollo es ese de que tenemos 250.000 contactos estrechos juntándose en las aulas? ¿Eso es mucho o poco? ¿De dónde te sacas esas cuentas, colega?»

Yo veo gigantes que te aplastan en 10 segundos con mensajes certeros. Cualquiera que quiera hacerse oír tiene que adaptarse. La verdad ya no existe, eso es facha, ahora todo es discutible. Todo el mundo puede escuchar ya lo que quiere, lo que necesita. Si no te adaptas, los gigantes te pisotean, y eso lo saben bien en los sindicatos, en las Universidades, instituciones… ¡no te suicides que se te acaba el chollo! Nadie quiere acabar dando vueltas con su lanza enganchada en las aspas de un molino.

Y también veo cepas nuevas, bichos que les gusta bañarse en la playa y tomar el sol. Las veo buscando destino, buscando un paraíso bonito que combine castillos y buenas playas, lleno de gente despreocupada y divertida. Nadie nos puede ganar.

Quizás sea mejor que mire ya para otro lado, pero entonces no sería yo. «Flipao»

😉